Anciano Raymundo Rodríguez
Tema: Actitudes de adoración
En nuestra calidad de cristianos, es necesario que aprovechemos la presencia de Dios en todo momento y que entonces lo alabemos y adoremos estando en esta dimensión, porque mañana no sabemos dónde podemos estar; obviamente que nuestra vida está en las manos de Dios y todo tiene un propósito debidamente definido por el Señor, pero hoy aprovechemos lo que El nos permite vivir para que juntos en unidad podamos buscar Su rostro. Por eso si verdaderamente queremos adorar a Dios, lo que podemos hacer es unirnos a nuestros hermanos y que juntos podamos adorar verdaderamente con todo nuestro corazón, porque en algun momento también podría ser que levantemos las manos y que no estemos adorando, podría ser que lloremos y que no sea por el impacto de la presencia de Dios, sino porque los problemas nos están llevando a un punto álgido de sentir que no podemos más; pero realmente lo que nos corresponde hacer en la congregación, si estamos disponiendo nuestra vida para buscarlo, es adorarlo.
Es interesante que existen 7 palabras en el Antiguo Testamento para referirse a la adoración, de las cuales 2 de ellas las acompaña música; eso significa que cuando llegamos a la congregación y hacemos un sacrificio de alabanza en medio de las notas musicales del grupo de alabanza; no es esa la única forma de alabarlo, porque entonces ¿qué sucede cuando salimos de la congregación?, las notas musicales no las continuamos escuchando; la pregunta entonces es ¿nuestra adoración es plena aún sin música?, porque el hecho que escuchemos música, nos puede servir como una especie de fondo para adorar a Dios, pero ¿qué sucede cuando se termina la música?, en realidad deberíamos adorar con nuestra vida propia; es más, nuestra vida misma, nuestro testimonio debería ser una particular forma de adorar a Dios.
Adicionalmente a esto, cuando vemos en el Nuevo Testamento, el servicio que podamos prestar en la congregación, es considerado como una forma de adoración, pero eso es diferente a lo que estamos enseñando en esta oportunidad; realmente es bueno que sirvamos al Señor y que El acepte nuestro servicio es una gran bendición. Sin embargo cuando vemos en el Antiguo Testamento, en algún momento notamos que Dios se cansa de la adoración externa, ya no quiso los sacrificios físicos que le presentaban porque lo que aquella gente pretendía era negociar con Dios presentándole ofrendas, pero realmente no podemos esperar que Dios acepte eso porque si El desea algo; sencillamente ya lo tiene, por consiguiente no podemos pretender negociar con Dios el hecho que si le damos algo que es material, haciéndolo por un rito; esperemos quedar bien con El y le podamos pedir algo a cambio; eso no puede ser posible y es por eso que Dios se cansó de tanta falsedad.
Hoy lo que el Señor Jesucristo desea es nuestro corazón y que de ahí fluya una verdadera adoración hacia El para lo cual lo primero que desea hacer en nuestra vida es cambiar ese corazón que a veces se convierte en piedra. Dios es nuestro proveedor en todo momento, el problema es que podemos terminar adorando la provisión en lugar de adorar al proveedor, por eso mismo es que dice la Biblia: hijo mío dame tu corazón.
ACTITUDES DE ADORACIÓN
• Cantar
• Alabar
• Enaltecer Su nombre
• Adorar
• Postrarse, humillarse
• Servir
Estas pueden ser algunas actitudes de adoración.
• Todas con un significado propio, pero ¿qué motiva esta adoración?
• En unos casos la grandeza misma de Dios, pero en otros se trata de situaciones de vida.
• No dejemos escapar situaciones de vida para darle adoración a Dios, porque es bueno y para siempre su misericordia.
Rut 3:7 (LBA) Cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estaba contento, fue a acostarse
al pie del montón de grano; y ella vino calladamente, descubrió sus pies y se acostó.
Una de las formas como podemos adorar a Dios es reconociendo la necesidad que tenemos de Su presencia, pero por amor y no por necesidad material; debemos decirle que lo necesitamos porque lo amamos y no que lo amamos porque lo necesitamos para que nos siga proveyendo; recordemos que el Señor desea que le entreguemos nuestro corazón en adoración; ni siquiera lo toma, aunque podría hacerlo porque El es omnipotente, para Dios no hay situaciones imposibles, sencillamente piensa algo y aquello se hace; sin embargo el Señor con todo amor nos dice: hijo mío dame tu corazón... ¿cuál debe ser nuestra respuesta?, adorarlo humillándonos a Sus pies, reconociendo todo lo que El significa a nuestra vida pero sin olvidar que debe ser por amor, que verdaderamente haya un enamoramiento total de nuestro corazón hacia Dios.
1 Samuel 25:24 (LBA) Y se echó a sus pies y dijo: Señor mío, sólo sobre mí sea la culpa. Te ruego que permitas que tu sierva te hable, y que escuches las palabras de tu sierva.
Abigail sabía que sobre ella venía destrucción y necesitaba hacer algo que cambiara la percepción del corazón de Dios acerca de lo que era su casa. Esto a veces se puede ver en los hogares actuales porque el cabeza de casa, el esposo de una mujer dice ser cristiano pero tiene actitudes de un total inconverso; en ese momento lo que la esposa debe hacer es adorar a Dios, ¿cómo? postrándose y adorándolo en obediencia sobre lo que Dios desea que hagamos como familia.
2 Samuel 12:20 (LBA) Entonces David se levantó del suelo, se lavó, se ungió y se cambió de ropa; entró en la casa del SEÑOR y adoró. Después vino a su casa y cuando pidió, le pusieron comida delante y comió.
Cuando vemos el contexto de este versículo, encontramos que David había pecado cometiendo un asesinato para quedarse con la mujer de uno de sus amigos muy cercanos, uno que daba la vida por David; pero él decidió quedarse con Betsabé y envió a que mataran a su esposo. ¿Qué hubiéramos hecho si nos presentan esa situación para que la juzgáramos?, seguramente que de inmediato lo llevamos a que pague lo que hizo y de la misma forma. Sin embargo David, como podemos ver en este versículo; después de haber estado postrado arrepentido de lo que había hecho, se levantó, se preparó para estar delante de la presencia de Dios y lo adoró; David no huyó, aquel varón sabía de la misericordia de Dios y conocía Su amor, de tal manera que si llegaba con un corazón contrito y arrepentido de su pecado; alcanzaría el perdón que tanto necesitaba.
Hoy, el Dios que perdonó a David, es el mismo que es nuestro Padre y Dios dispuesto a perdonar los pecados que hayamos cometido porque aunque no queramos, todos tenemos una parte que conocemos como carnalidad y que de pronto nos hace pecar; sin embargo nuestro Señor Jesucristo hace 2000 años aproximadamente, derramó Su sangre para el perdón de nuestro pecados, para que tuviéramos una oportunidad de vida eterna si lo reconocemos como nuestro Señor y Salvador, de tal manera que a partir de ese sacrificio, podemos pensar en el reinicio en nuestra vida; Jesús es el único que puede salvarnos de toda acusación, porque si hemos pecado, seguro que llegará el acusador para que no salgamos de aquella situación, pero Jesús es nuestra única esperanza y si lo dejamos reinar en nuestro corazón, alcanzaremos un cambio de vida.
Marcos 7:25 (LBA) ...sino que enseguida, al oír hablar de Él, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a sus pies.
Vemos la actitud de aquella madre, reconocía que su única oportunidad estaba en Jesús y aunque El mismo la llamó como perrilla en los versículos siguientes, la mujer aceptó lo que le dijo pero reconoció delante de quién estaba y sabía que de El fluía la verdad porque El es la verdad; pero también sabía que ese reconocimiento la llevaría a alcanzar Su misericordia para ella y su familia.
Lucas 7:38 (LBA) ...y poniéndose detrás de Él a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y los ungía con el perfume.
Esta mujer buscaba perdón, reconocía lo que había hecho durante mucho tiempo y también sabía que no tenía ninguna oportunidad porque los hombres la conocían bien, por lo mismo no tendría oportunidad de un reinicio; pero de pronto ve a Jesús y reconoce que su única oportunidad era El, de tal manera que se acerca con una actitud de adoración postrada a Sus pies.
Hoy el llamado de Dios es que nos acerquemos y que lo adoremos, en El encontraremos todo aquello que nos hace falta, empezando en el ámbito espiritual hasta llegar a las pequeñeces materiales, pero es necesario que reconozcamos nuestra necesidad de Jesús en nuestro corazón.
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