Apóstol Sergio Enríquez

Tema: Antes de la mesa 2

Es una bendición el hecho que Dios nos lleve en Sus pensamientos y que sobre nuestra vida haya una promesa extraordinaria en Jeremías 15:11 FTA; la promesa dice que seremos felices todos los días de nuestra vida, pero seguidamente dice que aunque estemos en angustia, El estará con nosotros, eso significa que seremos felices, pero habrá angustia, pero también debemos tener la seguridad que Dios estará con nosotros porque cumplirá Su palabra.

 

Quizá sea esto muy acorde con el hecho que podamos encontrar múltiples bendiciones antes de participar de la mesa del Señor, claro que esas bendiciones son para los que llevamos en el corazón a Jesús porque también podemos ver que Judas tuvo algunos eventos antes de participar de la mesa del Señor pero lo que él hizo fue traicionar al Señor y cuando comió del pan, inmediatamente entró Satanás en Judas.

 

Otro de los eventos que suceden antes de la mesa es lo que vemos que hizo Jesús con Sus discípulos lavándoles los pies, eso lo que tipifica es que antes de presentarnos a Su mesa podemos contaminarnos de cualquier cosa, por consiguiente lo que necesitamos es reconocer que hemos ofendido al Señor Jesucristo en cualquier momento y es mejor ponernos a cuentas con Dios para alcanzar los beneficios de Su mesa, tanto antes como después.

 

1 Corintios 11:28 (LBA) Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa.

 

Esta es la herramienta que Dios nos ha dejado para que al saberla utilizar, entonces quedemos habilitados para recibir la bendición de Dios porque entonces es aquí donde podemos ver la instrucción de Dios en cuanto a que nos auto diagnostiquemos y no que otro lo haga por nosotros; no es el hermano o hermana que nos lleva los elementos de la Santa Cena los que nos diagnosticarán para saber si podemos participar de la mesa del Señor; notemos que el Señor nos dice claramente qué es lo que debemos hacer. Si en algún momento sabemos que una persona está participando indignamente de la mesa del Señor; no somos los jueces que debemos dictaminar quién está en pecado y quién no o quién puede participar de Su mesa y quién no. Cada uno debe juzgarse a sí mismo para que tenga conciencia si puede o no participar de la mesa del Señor Jesucristo.

 

El problema es que cuando juzgamos a otros somos despiadados y si nos atrevemos a señalar a una persona, lamentablemente nos olvidamos que nadie está exento de cometer un error; todos podemos pecar en cualquier momento, por eso dice la Biblia que si alguien cree estar firme, mire que no caiga y si alguien cree que está limpio, límpiese más.

 

Mateo 16:24 (LBA) Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.

 

Con este versículo lo que podemos ver es que si logramos alcanzar la capacidad de negarnos a nosotros mismos, eso nos habilitará para podernos acercar a la mesa del Señor; un ejemplo a este respecto es Jesús, aunque alguien puede decir que llegar a ese nivel es imposible, sin embargo El dijo que se había hecho Hombre pero sin pecado y también dijo había vencido al mundo; también dijo que las cosas que El hizo nosotros haríamos y aun mayores; entonces si El pudo negarse para complacer la voluntad del Padre, si verdaderamente amamos a Dios, podremos negarnos para que se vea la imagen del Hijo en nosotros y que finalmente logremos menguar.

 

Génesis 24:33 (R90) Y les sirvieron comida. Pero él dijo: "No comeré hasta que haya dado mi mensaje". Y él le dijo: "Habla".

 

Aquí lo que podemos ver es la prioridad de complacer el corazón de Dios; pero este versículo también va contextualizado con este versículo:

 

1 Corintios 8:13 (R90) Por eso, si la comida es a mi hermano ocasión de caer, jamás comeré carne, para no escandalizar a mi hermano.

 

¿Será lícito comer cualquier comida?, de esto habría mucho que describir porque dice la Biblia que los ídolos nada son y si hay comidas sacrificadas a los ídolos, entonces esas comidas nada son; sin embargo cuando alguien está pendiente de lo que estemos haciendo y por alguna razón dañamos la conciencia de aquella persona que nos puede estar viendo por lo que comemos; es mejor que nos abstengamos de aquello por amor los demás. Tampoco estamos dando licencia de contaminarse con comidas porque los ídolos nada son, menos aun el hecho de comer comidas sacrificadas a los ídolos, en escondidas. Lo mejor es que nos neguemos a nosotros mismos por amor a Dios y que nos santifiquemos cada día más.

 

1 Corintios 9:5 (R90) ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una esposa creyente, como los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?

 

¿Cuántas personas solteras estarían dispuestos o dispuestas para servir en la obra de Dios sin tener compromiso que en algún momentos los llevara a administrar su tiempo entre su familia y la obra de Dios? Tampoco estamos diciendo que debemos obligar a otra persona a que no contraiga matrimonio, sino más bien estamos preguntando si estamos dispuestos a negarnos a nosotros mismos para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.

 

1 Corintios 9:6 (R90) ¿O sólo Bernabé y yo estamos obligados a realizar otros trabajos para sustentarnos?

 

Contextualmente podemos ver que el Apóstol Pablo tenía como privilegio el hecho de poder trabajar, sin embargo a los que se los dice, en algún modo les está diciendo que el hecho de no morir a ellos, los llevaba a que no tuvieran el privilegio de sustentarlos.

 

Hechos 2:1 (R90) Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar.

 

Nadie está obligado a estar trabajando en la obra de Dios y de ofrendarle todo su tiempo libre; sin embargo el hecho de estar buscando el rostro de Dios constantemente y sin limitaciones, es el producto de negarnos a nuestra voluntad para adorar al Señor Jesucristo.

 

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