Es importante que dentro de la iglesia del Señor, los cinco ministerios desempeñen adecuadamente su función, no sólo ejerciendo el don sino también dando frutos, por lo que necesitamos ser trabajados internamente para que esos frutos puedan surgir.

 

Mateo 10:41 (LBLA) El que recibe a un profeta como profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo como justo, recibirá recompensa de justo.

 

Hemos recibido palabra de parte de Dios, declarando que el año que está por venir veremos milagros y necesitamos creer que aunque en este momento estemos pasando por tribulación; si amamos al Señor, podemos tener la certeza de que todo lo que nos sucede nos ayudará para bien.

 

Isaías 42:9 (NTV) Todo cuanto profeticé se ha hecho realidad, y ahora profetizaré de nuevo; les diré el futuro antes de que suceda».

 

La palabra profética que el Señor está enviando en esta oportunidad nos declara un futuro lleno del resplandor del Señor.

 

Habacuc 3:4 (LBLA) Su resplandor es como la luz; tiene rayos que salen de su mano, y allí se oculta su poder.

 

En este verso podemos ver la bendición de recibir a los ministros que representan la mano de Dios; sin embargo el poder que Dios quiere manifestar está oculto y hay que buscarlo por lo que es necesario que en ocasiones atravesemos situaciones difíciles y así lo conozcamos en otras dimensiones, ya sea como proveedor, libertador, etc.

 

Isaías 60:1-2 (LBLA) Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz y la gloria del SEÑOR ha amanecido sobre ti. [2] Porque he aquí, tinieblas cubrirán la tierra y densa oscuridad los pueblos; pero sobre ti amanecerá el SEÑOR, y sobre ti aparecerá su gloria.

 

La gloria del Señor se manifestará sobre nosotros pero debemos levantarnos y resplandecer y creer que la luz de Su revelación ha llegado.

 

Isaías 60:1 (TLA) 1-3 Isaías dijo: «Habitantes de Jerusalén, ustedes están llenos de esplendor porque la gloria de Dios brilla sobre ustedes. Una noche oscura envuelve a las naciones, pero Dios hará brillar su luz, y así los reyes del mundo verán la gloria futura de Israel».

 

La gloria a la que se refiere este verso es la gloria Kabod, que significa resplandor y es la voluntad de Dios que nosotros brillemos en medio de la oscuridad. Si estamos pasando por dificultad es necesario que declaremos con nuestra boca que esta gloria viene sobre nosotros.

 

Isaías 60:1 (TSJ) Ilumínate, ilumínate Jerusalén; que ha llegado tu luz, y la gloria del Señor sobre ti ha nacido.

 

En esta versión de las escrituras el Señor repite la palabra “ilumínate” y hemos aprendido que cuando en la escritura se repite algo dos veces, es porque El está pronto en hacerlo, de tal forma que debemos creer que el Señor pronto derramará su esplendor sobre nosotros.

 

La palabra “esplendor” significa grandeza, hermosura o riqueza; también momento de mayor elevación o intensidad de un proceso o un estado; auge, que es el desarrollo e intensificación de un proceso o actividad o el momento de mayor intensidad y grandeza del algo. Como ministerio nos encontramos en un período de esplendor, pero es necesario que cuidemos lo que tenemos y no lo dejemos ir.

 

Otro concepto de esplendor, según el diccionario, es humildad o cualidad de aquello que destaca por ser extraordinario o luz que emite un cuerpo, de tal forma que si queremos crecer y destacar, es necesario que seamos humildes, porque Luzbel estaba lleno de esplendor pero como no fue humilde, lo despeñaron.

 

Mateo 11:29 (RVA) Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

 

Cuando vivimos en humildad también estaremos reposados, sin afán en nuestro corazón.

 

Salmos 51:17 (TLA) Para ti, la mejor ofrenda es la humildad. Tú, mi Dios, no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente.

 

Humildad es que cuando se comente un error lo podamos reconocer y arrepentirnos para así volvernos al Señor, volver a nuestro primer amor.

 

2 Reyes 2:6 (LBLA) Entonces Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado al Jordán. Pero él dijo: Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Siguieron, pues, los dos.

 

Antes de que Elías fuera arrebatado tuvo que descender al Jordán, de la misma forma los ministros de Dios debemos descender, esto significa humillarnos nosotros mismos para que así no seamos humillados.

 

1 Pedro 5:6 (LBLA) Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo,

 

Este verso nos deja ver que es en el tiempo de Dios que Él nos exaltará, no cuando nosotros queramos, sin embargo para esto debemos humillarnos bajo la mano de Dios, ponernos bajo cobertura y estar unidos como consiervos.

 

Ezequiel 28:17 (LBLA) ‘Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura; corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor. Te arrojé en tierra, te puse delante de los reyes, para que vieran en ti un ejemplo.

Este verso nos deja ver cómo Luzbel se enalteció, habiendo sido “el sello de la perfección”, un día fue engañado y cayó. El ministro debe actuar con templanza delante del pueblo sabiendo que lo que tenemos es por la gracia de Dios.

 

Génesis 28:16-17 (RV 1960) Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. [17] Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.

 

Si Jacob estaba dormido, no podemos pretender que en algún momento no podemos estar en esta condición, y necesitamos reconocer que estamos habitando en la casa de Dios y que la puerta del cielo está abierta para nosotros y creer que recibiremos cosas hermosas de parte del Señor, como declara en el siguiente verso:

 

Hageo 2:9 (RV 1960) La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.

 

Hageo 2:9 (PDT) El SEÑOR Todopoderoso lo afirma y él dice que el esplendor de este último templo será mayor que el del anterior. En este sitio daré paz, dice el SEÑOR Todopoderoso».

 

Hemos recibido muchas bendiciones de parte del Señor, pero es necesario que creamos que lo que viene será mucho mejor, pues la iglesia que tiene el esplendor de Dios no le debería faltar nada. Recordemos quiénes somos y despertemos para que podamos volver a creer en las promesas que Dios nos ha hecho pues su cumplimiento será pronto, pues nuestro día del esplendor ha llegado.