Pastor Marco Vinicio Castillo
Tema: El libro Indestructible
La Biblia es un libro que debemos tratar de entender, estudiándola; y es muy importante detenernos en esto porque vivimos un tiempo en el que corremos mucho riesgo si no estamos cerca de la revelación del Señor por medio de ella. Dicen las Escrituras que tenemos la palabra profética más segura, porque más allá de la cualquier profecía, que son una bendición, la Biblia es el fundamento para vivir. No hay nada como la Biblia porque no puede haber nada que sobrepase la Palabra del Señor. Esto es muy importante porque mucha Iglesia se está apartando de la Palabra y se están dejando llevar por profecías, tal como le sucedió al pueblo de Israel que fue dejando por un lado la Ley escrita y se dejaron llevar por palabras que no tenían ningún fundamento.
Hay un pasaje donde dicen las Escrituras que el pueblo del Señor perdió El Libro, y no sabían ni siquiera cómo era, pero ahora lo tenemos a mano y lo podemos leer, examinar, y estudiar. Estamos viviendo en una época donde existen muchas facilidades para poder estudiar la Palabra, la tecnología ha avanzado en gran manera y nos lo permite, pero esto tiene que ver con la ley del mínimo esfuerzo, de tal manera que sólo utilizamos un dedo para poder ver y ser enseñados por la tecnología. Ahora bien, si aplicamos esto a la Palabra del Señor, podemos llegar al extremo de pedir que nos la lean, que nos la expliquen, que nos la resuman, pero no podemos permitir eso, pues hemos sido enseñados que debemos ir a la ley y al testimonio, por lo cual deberíamos escuchar y cotejar contra la Palabra escrita lo que oímos.
El decirle Libro a la Biblia, es una innovación porque ese término se empezó a utilizar a partir de la utilización de la imprenta. Hay una gran historia detrás del mismo libro, para que pudiéramos tenerlo en nuestras manos y habrían muchas preguntas que podríamos hacernos referentes a la estructura de la misma y sobre los lenguajes utilizados en ella. La Biblia es uno de los regalos más grandes que Dios le ha dado a la humanidad, y lo usa para revelarse por medio de él, por esto, debemos conocerlo y es necesario que las Escrituras se vuelvan vida en nosotros.
Las Biblias que tenemos en nuestras manos, la mayoría fueron impresas en Corea. Están impresas en un papel de 11 gramos, con el propósito de que el papel no sea tan traslúcido que se vea lo impreso en la hoja de atrás y que además no sea tan grueso que no pudiésemos llevarlo a cualquier lugar. Además como un dato interesante es un libro muy fuerte porque todas la páginas están cosidas y al levantarlo tomando sólo una hoja, no se daña ni la hoja, ni el libro en sí.
Cuando hablamos es porque esperamos una respuesta, Dios habló en el principio en el Génesis, y no lanzó Su palabra al vacío, si no que espera una respuesta de parte de su pueblo. Dios nos habla más de lo que la gente piensa, pero habla menos de lo que la gente alardea. Aún con esto Dios sigue hablando y enviando Su Palabra, pero sigue esperando una respuesta de parte nuestra.
En la antigüedad no había escritura, por lo cual lo que se sabía y se enseñaba se trasladaba por medio oral, hasta que se inventó la escritura y entonces se pudo escribir y registrar la tradición hablada. Para ello se tuvo que buscar materiales para poder escribir, uno de los primeros materiales fue el papiro, hecho de plantas, pero era muy poco resistente; después vinieron los pergaminos, hechos de piel de oveja, más resistente pero aún susceptible a dañarse con el paso del tiempo.
El pueblo de Israel pasó por estas etapas para dejar registro de la Palabra del Señor, hasta llegar al momento en que aparecieron los escribas para poder hacer copias de las Escrituras. Después de mucho tiempo las Escrituras fueron traducidas al latín, luego a otros idiomas, hasta que llegó a nuestras manos, traspasando los tiempos y las culturas, Dios hizo que llegara a nosotros para que podamos darle una respuesta como Su pueblo.
Algunos hombres dieron su vida para poder hacer traducciones de la Biblia, y otros por ella tuvieron la dicha de que sus ojos fueran abiertos para salir de la religiosidad, aunque la Biblia estaba encadenada y era un privilegio de ciertas clases, los que se acercaron a ella fueron liberados e iniciaron el movimiento reformista, tal es el caso de Casiodoro de Reina y de Martín Lutero.
Todo esto nos dice que la Biblia es un tesoro que el Señor ha preservado para Su pueblo.
Apocalipsis 1:3 LBLA Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca.
Apocalipsis 22:7 LBLA He aquí, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
Entonces, entendemos que es nuestro deber como creyentes amar este bendito libro y por lo menos, por gratitud, leerlo. Acercarnos a la Biblia, leerla, estudiarla y entender la voluntad de Dios descrita en ella, debe ser un mandato para nosotros. No debemos apoyarnos en nuestro propio entendimiento o en nuestra propia fuerza, debemos añadir sabiduría a nuestra vida entendiendo la bendita Palabra de Dios.
La misma Palabra nos exhorta para que la memoricemos, pues indica que debemos repetirla y decírsela a nuestros hijos en todo momento. El valor de la palabra en la antigüedad era fuerte, pues después de pensar, hablaban y después hacían. Por ejemplo, Esaú se acerca a su padre para recibir la bendición, pero el padre le dice que ya se la había dado a su hermano, significaba que no podía deshacer lo hecho y dar la bendición a su otro hijo.
Dios bendice a quienes aman Su palabra y que alegres la estudian de día y de noche, serán como un árbol frondoso junto a corrientes de agua. Hay promesa en todas las Escrituras para aquellos que aman y estudian la Palabra. En un mundo donde se valoran más los resultados, que los esfuerzos, es importante que sepamos, que debemos procurar esforzarnos por estudiar y aprender de la Palabra, memorizarla pero también vivirla. Si la Palabra mora abundantemente en nuestro corazón y con fe creemos en ella, no habrá mal que nos sobrevenga que pueda atemorizarnos.
MENÚ...............................