Apóstol Sergio Enríquez
Tema: La importancia de las vestiduras 1
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En nuestra vida cristiana es necesario que escudriñemos las escrituras, y pidamos ayuda al Espíritu Santo para que podamos encontrar el mensaje que el Señor dejó encriptado allí. La palabra de Dios debe ser nuestro alimento diario pues no podemos vivir solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Sin embargo es necesario que inquiramos, es decir que si nos surgen dudas podamos preguntar, porque Dios nos dará las repuestas que necesitamos ventilar.
En lo natural las vestiduras, son símbolos con los cuales comunicamos algo sin emplear palabras. Por ejemplo, una argolla en el dedo anular significa que el hombre que la porta es casado; otro ejemplo de cómo el enemigo también utiliza estos símbolos se dio en el tiempo en que la homosexualidad no era tan aceptada, los homosexuales utilizaban códigos en su vestimenta (pañuelos, aretes) para que otros supieran que ellos tenían esta tendencia sexual. También los tatuajes pueden ser símbolos que representan algo, pero al ser permanentes pueden ser sellos a las leyes en nuestros miembros, abriendo puertas para que demonios se instalen en determinadas partes de nuestro cuerpo.
Respecto a las vestiduras espirituales, en la escritura podemos ver cuatro diferentes tipos de personas:
• Los que no han manchado sus vestiduras.
• Los que limpian sus vestiduras antes de la venida del Señor.
• Los que lavan sus vestiduras en la gran tribulación.
• Los que les dan vestiduras hasta que murieron.
Apocalipsis 3:4 (LBLA) ‘Pero tienes unos pocos en Sardis que no han manchado sus vestiduras, y andarán conmigo vestidos de blanco, porque son dignos.
Los que no manchan sus vestiduras son dignos, por lo cual es muy importante que escudriñemos en las escrituras qué cosas pueden mancharlas.
Éxodo 19:10-11 (LBLA) El Señor dijo también a Moisés: Ve al pueblo y conságralos hoy y mañana, y que laven sus vestidos; [11] y que estén preparados para el tercer día, porque al tercer día el Señor descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí.
Si queremos estar preparados para el tercer milenio (día), cuando el Señor descienda, debemos lavar nuestras vestiduras, porque si no lo hacemos corremos peligro, pues en cualquier momento el Señor puede decidir llevarnos y es necesario que estemos listos.
Apocalipsis 7:14 (LBLA) Y yo le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
En medio de la tormenta de la tribulación estos lavaron sus vestiduras en la sangre del Cordero; pueda ser que si hemos caído y manchado nuestra vestidura, el Señor tenga el propósito que nos arrepintamos y podamos ser refinados, purificados y emblanquecidos (Daniel 11:35).
Apocalipsis 6:11 (LBLA) Y se les dio a cada uno una vestidura blanca; y se les dijo que descansaran un poco más de tiempo, hasta que se completara también el número de sus consiervos y de sus hermanos que habrían de ser muertos como ellos lo habían sido.
Este verso nos habla de aquellos que fueron decapitados en medio de la gran tribulación, a los cuales les fue dada una vestidura blanca después de morir. Cuando leemos el contexto nos damos cuenta que ellos estaban debajo del altar, no obstante que habían sido decapitados por no haber reconocido reconocían autoridad espiritual, no se identificaron con la cabeza que Dios les había enviado. Otra actitud que tenían era que clamaban venganza, contrario a lo que hizo Esteban que en medio de su sufrimiento, pidió perdón por aquellos que lo estaban matando. A estos no se les dijo que lavaran sus vestiduras, sino que les dieron una nueva, lo que quiere decir que estaban desnudos, es decir que no tenían cobertura.
Apocalipsis 22:14 (LBLA) Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas a la ciudad.
Son pocos los que no mancharon sus vestiduras pero el Señor en su misericordia nos da la oportunidad de lavarlas, porque con las vestiduras sucias no podemos alcanzar los beneficios que nos da el tener las vestiduras emblanquecidas.
Apocalipsis 19:8 (LBLA) Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque las acciones justas de los santos son el lino fino.
A la novia del Señor se le ha concedido el privilegio de vestirse con lino fino, resplandeciente y limpio, al contrario de la vestidura de la ramera, que se viste de lino fino también pero púrpura y escarlata (Apocalipsis 18:16).
Génesis 37:3 (LBLA) Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque era para él el hijo de su vejez; y le hizo una túnica de muchos colores.
La vestidura de José representaba el amor de su padre hacia él, pero eso causaba el odio de sus hermanos. El enemigo de nuestras almas también está interesado en quitarnos las vestiduras del amor del Padre y por eso siempre está lanzando tentaciones a nuestra vida para que manchemos nuestras vestiduras.
2 Samuel 13:19 (LBLA) Entonces Tamar se puso ceniza sobre la cabeza, rasgó el vestido de manga larga que llevaba puesto, y se fue gritando con las manos sobre la cabeza.
Esto sucedió después de que Tamar fue violada por su hermano Amnón; ella rasgo sus vestidos porque estos representaban la virginidad que le había sido arrebatada a la fuerza. En Israel las vestiduras de las vírgenes representaban la esperanza de la venida del Mesías, pues cada joven virgen podía ser la escogida para traer al mundo al salvador. En figura, nosotros como iglesia, somos la virgen que daremos a luz a Jesús y es por eso que el diablo quiere quitarnos la inocencia y manchar nuestra vestidura adoptando costumbres mundanas.
Zacarías 3:1-5 (LBLA) Entonces me mostró al sumo sacerdote Josué, que estaba delante del ángel del SEÑOR; y Satanás estaba a su derecha para acusarlo. [2] Y el ángel del SEÑOR dijo a Satanás: El SEÑOR te reprenda, Satanás. Repréndate el SEÑOR que ha escogido a Jerusalén. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego? [3] Y Josué estaba vestido de ropas sucias, en pie delante del ángel. [4] Y éste habló, y dijo a los que estaban delante de él: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré de ropas de gala. [5] Después dijo: Que le pongan un turbante limpio en la cabeza. Y le pusieron un turbante limpio en la cabeza y le vistieron con ropas de gala; y el ángel del SEÑOR estaba allí.
El sumo sacerdote Jeshua estaba vestido de vestiduras viles, el ángel del Señor quitó su iniquidad y le dio ropas de gala. El Señor Jesucristo pasó por la humillación de la muerte en la cruz para que no tengamos que pasar esa situación si nos arrepentimos de estar pecando, así que si el diablo manchó nuestras vestiduras o las manchamos voluntariamente, hoy el Señor reprende al acusador y nos da una vestidura de gala y un turbante con una inscripción de oro en la frente que diga: “santidad a Jehová, apartado para Jehová”.