Apóstol Sergio Enríquez
Tema: La tarea de los levitas
MENÚ...............................
Hemos sido llamados por Dios a ejercer un ministerio, y es importante que lo ejerzamos con pleno conocimiento de lo que hacemos, pues tenemos una gran responsabilidad delante de Aquel que nos llamó.
Oseas 4:6 (RV 1960) Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Este verso nos deja ver la gran responsabilidad que tenemos, pues si desechamos el conocimiento, el pueblo que ministramos puede ser destruido, y nosotros desechados como sacerdotes.
1 Crónicas 15:2 (RV 1960) Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser llevada sino por los levitas; porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y le sirvan perpetuamente.
David tenía conocimiento de la forma de llevar el arca, sin embargo no siempre lo tuvo pues anteriormente lo había hecho de forma incorrecta y esto tuvo graves consecuencias, pues provocó la muerte de Uza (2 Samuel 6:6-7). David seguramente consultó con los levitas cuál era la forma adecuada de llevar el arca para no cometer el mismo error. Esto nos deja ver que todas las funciones sacerdotales tienen un orden que, aunque no las sigamos literalmente, sí son una figura para nosotros en el ministerio al que hemos sido llamados.
Esdras 2:63 (LBLA) Y el gobernador les dijo que no comieran de las cosas santísimas hasta que un sacerdote se levantara con Urim y Tumim.
En este verso podemos observar que las cosas santísimas del tabernáculo requerían la presencia de un Sumo Sacerdote. Si bien es cierto que el Señor dejó cuatro familias sacerdotales para ocuparse de la ministración en el Tabernáculo, fue a los descendientes de Aarón a quienes se les encomendó el oficio sacerdotal y a los otros tres (coatitas, gersonitas y meraritas) les fue delegado el trasporte y cuidado de las cosas del tabernáculo. Como una figura para nuestro tiempo, esto nos deja ver que hay diferentes servicios dentro de la casa de Dios, los llamados al oficio sacerdotal son figura de los ministros primarios y los otros, de las diversas diaconías o áreas de servicio de la Iglesia.
Romanos 15:16 (VMP) ...para que yo fuese ministro [litúrgico] de Cristo Jesús, con respecto a los gentiles, ministrando, a manera de sacerdote, el evangelio de Dios; para que la presentación de los gentiles [en sacrificio a Dios, le] sea acepta, siendo santificada por el Espíritu Santo.
En este pasaje vemos que el Apóstol Pablo sabia que él debía ministrar como un sacerdote, por lo que es importante que analicemos cuáles eran las funciones de los levitas en los tiempos de la ley, tomando en cuenta que no seguimos la ley, pero si seguimos los principios en los cuales está fundamentada.
1. Alabanza
2 Crónicas 5:12 (RV 1960) ...y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán y los de Jedutún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas),
Aquí podemos ver que todos los que suben al altar a ministrar la alabanza deben ser levitas, es decir que los que desempeñan esta función deberían tener un corazón sacerdotal siempre, no sólo cuando suben al altar.
Esdras 2:62 (LBLA) Estos buscaron en su registro de genealogías, pero no se hallaron, y fueron considerados inmundos y excluidos del sacerdocio.
Esto lo entendemos ahora como una genealogía espiritual, por lo que debemos escudriñar el corazón de los nuestros para saber si están en el servicio, si en verdad aman lo que hacen para Dios, aprendiendo primero a servir en las mesas y luego en el altar.
Malaquías 3:3-4 (RV 1960) Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. [4] Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.
En este pasaje podemos ver que se tenía que limpiar el sacerdocio levítico para que la ofrenda de Judá fuera grata, lo que nos habla de que si anhelamos que nuestra alabanza sea agradable delante del Señor, no podemos ignorar las funciones del ministerio levítico.
2. Expiación
Números 8:19 (LBLA) Y he dado a los levitas como un don a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para cumplir el ministerio de los hijos de Israel en la tienda de reunión y para hacer expiación en favor de los hijos de Israel, para que no haya plaga entre los hijos de Israel al acercarse al santuario.
La expiación de pecados nos habla de la ministración, que en nuestras congragaciones también puede referirse a la consejería y liberación; esto quiere decir que estas funciones no pueden ser delegadas a cualquiera, sino sólo al que tiene un corazón de levita.
3. Sacar lo inmundo
2 Crónicas 29:5 (LBLA) Entonces les dijo: Oídme, levitas. Santificaos ahora, y santificad la casa del SEÑOR, Dios de vuestros padres, y sacad lo inmundo del lugar santo.
El Lugar Santo es figura del oficio en el culto, es decir las áreas de servicio que intervienen en el culto al Señor. El echar fuera lo inmundo nos habla de que no podemos tolerar inmundicia dentro de los servidores, teniendo el equilibrio de no caer en ser faltos de misericordia, pues debemos saber que todos somos susceptibles a fallar.
4. No dejar entrar lo inmundo
2 Crónicas 23:18-19 (LBLA) Además Joiada puso los oficios de la casa del SEÑOR bajo la autoridad de los sacerdotes levitas, a quienes David había designado sobre la casa del SEÑOR para ofrecer los holocaustos del SEÑOR, como está escrito en la ley de Moisés, con alegría y con cánticos conforme a la disposición de David. [19] Colocó porteros junto a las puertas de la casa del SEÑOR, de modo que no entrara ninguno que por alguna causa estuviera inmundo.
Esta función de los levitas nos habla de no dejar entrar la inmundicia, pero esta es una tarea muy delicada pues para ello debemos saber qué es inmundo y qué no, pues podemos equivocarnos.
5. Purificar lo inmundo
Hebreos 9:13-14 (RV 1960) Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, [14] ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Este pasaje nos da el equilibrio con las dos funciones anteriores, por cuanto el rociamiento a los inmundos se hace para su purificación. Es decir que si detectamos inmundicia no es sólo para sacarla o no dejarla entrar, sino para rociar la sangre sobre aquello que está inmundo y que sea purificado. Esto nos habla de que cuando detectamos a alguien que cayó en inmundicia, es necesario que no solo lo disciplinemos, sino que rociemos la sangre sobre esa persona para que la obra de restauración sea completa en su vida por medio de la instrucción, a través de la palabra de Dios.
Si como levitas nuestra función es sacar, no dejar entrar y purificar lo inmundo, es necesario que sepamos distinguir aquellas cosas que, a la luz de las escrituras, son llamadas inmundas, veamos:
Proverbios 30:12 (RV 1960) Hay generación limpia en su propia opinión, Si bien no se ha limpiado de su inmundicia.
El que siempre expone su opinión de sí mismo, es alguien que no busca la opinión de otros, y a quién no le interesa la opinión del sacerdote, este tipo de personas esconden alguna inmundicia dentro de ellos.
Santiago 1:21 (RV 1960) Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Este verso nos deja ver que aquel que no tiene implantada la doctrina en su corazón tiene inmundicia, por lo tanto no podemos permitir que se ocupe de las funciones más santas; antes debe ser purificado.
Romanos 1:22-24 (RV 1960) Profesando ser sabios, se hicieron necios, [23] y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. [24] Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
Una de las causas de la inmundicia, en este caso, es la idolatría hacia los hombres. Es necesario que tengamos cuidado de no idolatrar ministros pues esto trae inmundicia al corazón.
2 Corintios 6:17 (LBLA) Por tanto, SALID DE EN MEDIO DE ELLOS Y APARTAOS, dice el Señor; Y NO TOQUEIS LO INMUNDO, y yo os recibiré.
Esto nos habla de tener cuidado de las personas que nos rodean, pues podemos estar participando de su inmundicia y ser contaminados.
2 Corintios 12:21 (RV 1960) ...que cuando vuelva, me humille Dios entre vosotros, y quizá tenga que llorar por muchos de los que antes han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación y lascivia que han cometido.
Aquel que no se arrepiente de su fornicación y lascivia es considerado inmundo.
Es necesario que tengamos celo por la casa de Dios, sacando y no dejando entrar la inmundicia en las diferentes áreas de servicio de la Iglesia, sin embargo no podemos ser faltos de misericordia como ya lo dijimos, pues tenemos también la tarea hermosa de purificar a los inmundos. Pidamos al Señor Jesucristo que primero quite toda inmundicia de nosotros, para que luego podamos cumplir con la tarea levítica de purificar a los que se encuentren en esa condición.